Este domingo, con motivo del día de la ópera el Liceu de Barcelona abría sus puertas al público. Yo tenía ganas de ir con los niños pues, como os contamos en nuestra agenda, había actividades infantiles y quería probarlas, y mi marido quería ir en bici, así que decidimos cuadrar los planes y nos fuimos en bici al Liceu.

No teníamos muy claro si nos iban a dejar entrar con todo nuestro “kit” y dejar guardar las bicis dentro. Suerte que los chicos de las puertas fueron muy amables y pudimos dejar nuestro cargamento de bicis en el “aparcacochecitos”, eso sí, no llegan a ser plegables y no hubiéramos podido entrar.

La entrada del Liceu es espectacular, su hall estilo renacentista y la gran escalinata que da paso al recinto. Dimos un paseo por la zona del Club y la preciosa sala de los espejos donde habían pequeños recitales. Como veréis estaba a reventar, pero conseguimos que los niños se pusieran en primera fila para poder escuchar un poco de ópera. Fue genial ver cómo se quedaban totalmente absortos cuando la chica empezó a cantar y una lástima tener que continuar la visita hacia la sala de conciertos. Nos hubiéramos quedado allí toda la tarde, qué voces!

El Liceu es una maravilla, tiene mil detalles, la decoración es preciosa, y eso que mis fotos no son de lo mejor pues entre que iba con el móvil, había mucha gente y la luz de interior no luce…La verdad es que fue muy divertido ver las caras de los niños mirando arriba y abajo como los mayores.

Al final del recorrido estaba la zona dedicada a los niños. Ya era un poco tarde cuando llegamos por lo que no nos explicaron la historia de los Músicos de Bremen, pero los niños pintaron, jugaron con las pegatinas y participamos en un concurso para entradas del Petit Liceu. Ya os avisaremos cuando empiecen pues nosotros seguro que iremos a ver alguna ópera infantil. Tienen muy buena pinta!

Gran Teatre del Liceu: La Rambla 51-19

Petit Liceu: Empieza a partir de octubre! más info en su we

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