Hoy os traemos una escapada al Bosque Pintado de Poblet o Bosc Pintat de Castellfollit (en la comarca de Tarragona). Una recomendación perfecta si queréis pasar el día en un lugar mágico y rodeados de naturaleza.

VISITAR EL BOSQUE PINTADO DE POBLET

Yendo por la carretera de Poblet a Prades, nos encontramos con un desvío a mano izquierda que conduce hasta el Bosque Pintado de Poblet. Yo no sé cómo será en otras épocas del año, pero en otoño tiene un toque mágico, quizás sea por el contraste de colores y ese silencio casi espiritual, así que uno casi espera encontrarse un duende en medio del camino. Como estoy convencida de que creéis en mis palabras, os explicaré cómo llegar y qué ver allí.

¿CÓMO LLEGAR AL BOSQUE PINTADO DE POBLET?

Para llegar, debéis ir por la carretera que va de Poblet a Prades. En el kilómetro 6,5 encontraréis un desvío a la izquierda. He de reconocer que a nosotros nos costó algo llegar porque esperábamos encontrar un gran cartel que nos indicara el Bosque Pintado y no es así. Lo que hay es un pequeño cartel en el que se indica una ruta micológica y es que el Bosque de Castellfollit, dentro del cual se encuentra el Bosque Pintado, goza de una enorme variedad de setas (parece ser que más de 700 especies).

Una vez que se toma ese desvío, se ha de seguir por una pista asfaltada durante 3 kilómetros hasta llegar a la Casa Forestal de Castellfollit, donde hay un área de picnic con mesas de piedra y un parque infantil.  Allí debéis aparcar y tomar el itinerario 4, que es el que conduce hasta el Bosque Pintado. Si vais con niños lo mejor es hacer el itinerario corto, que es una ruta circular de 3 kilómetros muy fácil y con tan solo un pequeño desnivel al principio. Sin embargo, también se puede hacer un recorrido más largo y de mayor dificultad. Ambos itinerarios permiten ver los árboles en cuyos troncos se han pintado setas.

PINTURAS MURALES DE SETAS EN LOS ÁRBOLES

Las pinturas murales de los árboles, obra de Genís Colell, son quizás lo que más atrae a los niños, deseosos de ir descubriendo esos árboles pintados diseminados por el bosque. Nosotros convertimos ese recorrido casi en un juego detectivesco, pero también se le puede dar un enfoque más pedagógico, puesto que al lado de cada pintura mural hay un panel en que se explican las características de la seta pintada.

Cada mural está pintado sobre varios árboles, de modo que para tener una visión completa de la seta en cuestión es necesario colocarse en una plataforma. Yo os recomiendo que llevéis una cámara para convertiros así no solo en los mejores «caçadors de bolets», sino también en los cazadores de la mejor instantánea.

UN BOSQUE CON MURALES PINTADOS EN LOS ÁRBOLES

La primera seta pintada es la llamada «Pie de Rata» y a esa le siguen otras hasta llegar a la número 6. Cuando lleguéis a la número 4, la oronja (o en catalán «ou de reig»), debéis pasar por unos pilones de madera para ver las dos que faltan.

Ya veis que el recorrido es interesantísimo, no solo por las pinturas y la información complementaria, sino también por la enorme variedad de árboles y setas que hay.

Un plan perfecto es acabar esta excursión con la visita al Monasterio de Poblet. Nosotros así lo hicimos y a mis hijos les encantó, aunque esto lo dejaremos para otro artículo.

Ya para acabar…Si este bosque os gusta, podéis ir a otros bosques  singulares en los que el hombre ha intervenido para darle un toque especial. Por ejemplo, en la comarca de Barcelona tenéis el Bosc Encantat de Gurb o el Bosque Artístico de Ernest Borràs. 

MÁS INFO: BOSQUE PINTADO DE POBLET

Web: Bosc Pintat de Poblet

Ubicación y más información: aquí

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