Empezamos el año con buenos propósitos y uno de ellos es incluir el deporte en la infancia y, por tanto hacer que en familia consigamos que los niños hagan más deporte y disfruten haciendo ejercicio. El post de hoy viene de la mano de Sonia López. Si todavía no la conoces deciros que Sonia es madre, maestra, psicopedagoga, formadora de familias y maratoniana. En su blog Equilibrium toca temas sobre la educación muy recomendables.

LA PRÁCTICA DEPORTIVA EN LA INFANCIA

Vivimos en la era de los smartphones, de las agendas rebosantes, del poco tiempo libre. De las consolas y los juegos tecnológicos, de la inactividad y el sedentarismo. Muchos jóvenes prefieren pasar su tiempo libre ante la televisión o junto a sus tablets o teléfonos que les entretienen. Qué lejos queda aquella época en la que los niños pasaban las tardes jugando en la calle, saltando en el parque, trepando en el campo. Gastando ruedas de bicicleta o practicando nuevos saltos con el monopatín.

Numeroso estudios alertan del alto porcentaje de niños y adolescentes que no realizan ningún tipo de actividad físico-deportiva en su tiempo libre. A medida que crecen su práctica es cada vez menor y en la adolescencia es casi inexistente. El sedentarismo infantil es ya una epidemia que provoca altos porcentajes de obesidad y enfermedades asociadas a esta.

Los beneficios de la práctica deportiva son cuantiosos pero, en edades infantiles, su praxis resulta esencial. Muchas investigaciones describen un sinfín de beneficios físicos y psicológicos que aporta la actividad física; previene la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y favorece el desarrollo de músculos y huesos. Mejora la coordinación, la flexibilidad y agilidad.

EL DEPORTE EDUCA EN VALORES Y HÁBITOS SALUDABLES

El deporte es también un poderoso instrumento para educar en valores y ayuda a la adquisición de hábitos saludables. Aprender a perder y ganar, a tolerar la frustración, a creer en uno mismo, a gestionar emociones. La actividad física favorece la socialización, mejora la calidad del sueño y ayuda a reducir la impulsividad y la irritabilidad.

Los niños que practican algún deporte son más seguros, disciplinados, organizados y muestran más interés por los aprendizajes. Mantienen mayor atención en el aula, muestran más destreza para trabajar en equipo y, en muchas ocasiones, obtienen un mejor rendimiento escolar. Además, la liberación de endorfinas que produce la actividad física les hace sentirse mucho más felices.

LA FAMILIA DEBE INCULCAR LOS HÁBITOS SALUDABLES

Los hábitos de vida saludable deben inculcarse desde la familia, partiendo del ejemplo. Los hijos de padres sedentarios tienen cuatro veces más probabilidades de ser inactivos. Animémosles a encontrar y practicar el deporte que les guste y les apasione. Dejémosles probar, ofrezcámosles nuestro apoyo, seguridad y determinación creando un ambiente motivador para su práctica.

Enseñémosles a pasarlo bien corriendo, montando en bicicleta, nadando o jugando con el balón. Seamos el mejor ejemplo para que aprendan a ganar con humildad, a perder con deportividad y a tener respeto por el rival. No olvidemos que la finalidad del deporte debe ser siempre la de divertirse, experimentar y aprender de una forma saludable junto a otros niños.

COMPARTIR EL DEPORTE EN FAMILIA

Que importante es que nuestros hijos nos vean haciendo deporte y disfrutando de él. Es la única manera de poder transmitirles un modelo de vida activo, fomentar hábitos y convertirnos en el mejor espejo para que aprendan valores tan importantes como el esfuerzo, la constancia, la superación personal o el compañerismo. Hagámosles partícipes de nuestros entrenamientos y competiciones, de nuestros retos, entrenemos juntos.

IDEAS PARA DISFRUTAR DEL DEPORTE EN FAMILIA

Desde Barcelona Colours nos unimos a la idea de mejorar y fomentar el deporte en familia y por eso os hemos hablado muchas veces de ideas y planes relacionados con el mundo del deporte. Os recordamos algunos: